A nuestros jugadores y jugadoras con incontables capacidades de superación, ganas de aprender y mucho amor para dar, al igual que a sus familias, ésto no les hizo mella, al contrario. Con su curtida experiencia de seguir insistiendo, a pesar de que las puertas se les cierran sin sentido y sin razón, continuaron empujando estas ganas de estar mejor, de crecer, de compartir, aunque sea a través de una pantalla de teléfono.
Como en Cardenales todo el rugby es inclusivo, también nos gusta llamarlo "adaptado" al rugby que practican desde 2019 estos gladiadores y estas guerreras de la vida que nos enseñan lo que implica la esencia de este noble deporte, lo que realmente es "el espíritu de la ovalada" en nuestro club. Ponen en acto las ganas de superarse día a día a través del esfuerzo, con el optimismo de que se van a tocar mil veces las puertas de algún corazón que los respete, que les preste atención, que los vea, que los sepa escuchar, que los guíe en esta entrega cotidiana.
Al igual que hace casi dos años, un grupo de purpurados y purpuradas supieron estar, y siguen estando a pesar de no poder haber vuelto ni un minuto a la Silvano Bores 447. Siguen presentes, docentes, sensibles y sin excusas. Y eso que no volvieron a sentir el olor a pasto ni a ver de reojo a esos familiares que, también estoicos, esperan con el mate y el agua, debajo del histórico Ficus, siempre verde.
La enseñanza que la franja del rugby inclusivo nos deja a toda la Familia Cardenales es de profundo valor y es de estricta justicia reconocer que ese es el camino que ensancha, henchida, la cruz de nuestro pecho: seguir ante la incertidumbre, enfrentar el miedo, no dejarse vencer por los temores, no esperar que la comodidad aparezca.
Los estandartes de este orgullo no descansan, y siguen avanzando, yarda a yarda, paso a paso. Nuestros chicos y nuestras chicas logran cumplir el anhelo que nos desvela, el fundacional objetivo de las herramientas esenciales que nuestra casa nos brinda: la predisposición y la alegría de dar, la solidaridad en estado natural, las ganas de crecer, la felicidad de compartir, los deseos de aprender, la inigualable experiencia de forjar la artesanía de la amistad. Nos marcan el camino, con su accionar nos dicen, día a día, que "si se quiere, se puede".
Esta casa purpurada es vuestra, es a la que no dejaron de entrar virtualmente ni una vez en ciento ochenta días, no dejaron de entrenar, no dejaron de participar, no dejaron de tener la presencia de esos habilitadores de corazones habilitados que no les fallaron. Tienen la compañía permanente de esos Cardenales que vuelan alto y silban bajo como el comando silencioso del inoxidable Pelado Varela, alias "El Profe Pablo", la incansable y estudiosa permanencia de la Profe Lucía Vidal y la firme presencia de la sensibilidad de la Profe Marta Maldonado. Ellos tres "se pusieron el equipo al hombro" y representan al resto de los habilitadores que no ven las horas de volver, que siempre dicen "aquí estamos".
Es así, un ejemplo que parte de las familias que le permitieron al club que entrara a cada una de sus casas, y que hoy son un anexo habilitado de Cardenales con sello de "Producto Original". Esos hogares donde vemos, a diario, ejemplos de superación individual, de nuestros jugadores y jugadoras que trabajan, que estudian, que quieren mejorar, que nos enseñan y nos muestran el camino, a los privilegiados que estamos en el club y a la sociedad que nos mira y los admira.
En tiempos de pandemia, de extrañezas, de falta de certezas, ustedes nos subrayan el camino, que siempre fue el mismo por estos pagos, acostumbrados a enfrentar la adversidad.
Vuestro ejemplo le da fuerzas al corazón de Cardenales, al que le sienta muy bien que formen parte del club de esa manera, con el corazón repleto de tesón, empatía y entereza.
RUGBY ADAPTADO de CARDENALES: RUGBY CON MAYÚSCULAS.
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| Nota del suplemento La Gaceta por nuestro 75° Aniversario |
Miles de gracias sub com de rugby.
ResponderBorrarEn tiempos difíciles (sea con covid o no) el alma se apaga un poco, sí, tiene miedo. No puede cumplir con todo y se frustra, se enoja, y sigue teniendo miedo.
He aquí un gran ejemplo de cómo no maquinar en el miedo es una receta formidable y tan fácil como untar pan con manteca. Ver cómo nuestros jugadores /as vuelan alto no tiene precio. Te susurran (hoy por la pantalla)... Dale, levantate e intentá de nuevo que yo te ayudo.
Así todo vale la pena. Y valorando lo poco o mucho que hoy podemos dar a nuestra casa de Silvano Bores, nos brinda la posibilidad de re amarnos, esencial.
Gracias a todos. Son muchos. A todos los que abrieron sus puertas y no las cerraron.
Muchas gracias a la Subcomisión de Rugby , no fue fácil, pero se puede, gracias a las familias por estar y acompañar.
ResponderBorrarMe encantó
ResponderBorrarMuchas gracias éxitos y bendiciones al Club, a la subcomisión de rugby, a los profesores incondicionales que Dios mando para entrenar a los chicos de esta División tan compleja peto colmada de AMOR
Muchas gracias, éxitos y lluvia de bendiciones al Club, a la Sub Comisión de Rugby, a los incondicionales entrenadores que con tanto AMOR, se brindan y comprometen responsablemente con esta división integrada por bellas personas que, a pesar de sus dificultades y diferencias las Alientan constantemente
ResponderBorrarGRACIAS. GRACIAS GRACIAS !!!