Parecía que jugaba de traje, estratega fabricante de espacios con la cancha siempre en su cabeza, funcionando a una velocidad diferente.
Tanguero de ley, José Pedro Nucci fue médico de vocación y de acción, que entendía que su servicio valía desde una visión humanista, integral. También nos marcó un rumbo en cuanto a las formas que no se pierden.
Disfrutaba del juego, del club y de la vida. La elegancia era su sello, Bon vivant de otros tiempos. No necesitaba comprar los cigarrillos ¡sí parecía que los traía consigo!
Como tantos otros en el club, su apodo era su sello: se llamaba "Tero", y le decían "José".
Así como orejeaba los naipes mientras te cantaba "falta envido" con 22 y muchísima seguridad, así oteaba el panorama en la verde gramilla y dejaba a un compañero de cara al try.
¡Cuántas anécdotas nos pueden contar de este jugador! Su estilo, adentro y afuera de la cancha, marcó una época. Fue mucho más que un apertura elegante. Ojalá lo hubiéramos podido disfrutar más tiempo.
Polémico, filoso, nos deja sus recuerdos, deja el amor incondicional de su familia y el halo incomparable de ese Tero sin igual que no ensuciaba su pantalón en las canchas, pues no le hacía falta. Un día, después de tanta lucha, se posó en el eucalipto. Desde ese lugar, quiere asegurarse que no perdamos el buen gusto, el buen humor y las buenas costumbres de divertirnos jugando y de querer ganar, siempre.
¡Chau, Tero querido!
Gracias por tu arte y por tus enseñanzas. Gracias por tu fina estampa purpurada.
"Me conmueve despedir a nuestro Capitán del 64 de esta manera, por la situación que vivimos los más veteranos".
Querido Tero: cómo olvidar tu inteligencia en la cancha para plantear un partido y la persona querida que conocimos. Ya estás en manos del Señor y por ahí nos juntaremos a evocar tantos recuerdos
¡¡¡¡DESCANSA EN PAZ, AMIGO !!!!
Tató Bellomio
TERO NUCCI: mi admirado personaje (sus patas flacas le borraron su verdadero nombre: JOSÉ).
Bueno, ya no estás con nosotros, seguramente andás deleitando en el cielo con ese quiebre de cintura y tu cambio de paso, con el que fabricabas espacios para que tu compañero "cobrara" como propio lo que vos habías fabricado: "el TRY".
En el único campeonato de tercera división (mayores de cuarenta) en el cual salimos campeones, pude gozar de su regalo: "piya, usted quiere un "trycito"?,cuando yo le diga, vaya nomás", y fui y me gané el premio. Y no lo hizo tan sólo conmigo, también con Hugo Marcantonio, en dos o tres oportunidades.
En los históricos terceros tiempos, buscaba sentarme a la par de él y escuchar sus jocosas historias, no sé si eran verdaderas (por lo fantásticas), pero yo las disfrutaba, para mí sí lo eran.
Personaje fino al mango, querido en todo el ámbito ovalado. Capitán del equipo campeón Nales 64 (in-goal invicto -sic-) y medio apertura del seleccionado Tucumano. También perteneció a los primeros equipos de los Olds Virgins. Sus hijos jugaron al Rugby y al Hockey en club.
TE SALUDO, TERO.
Negro Norry
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